Cuando buscas información en la clasificación de la Liga, se muestra que los gigantes equipos de España están en primero y segundo lugar respectivamente, pero estos son días peligrosos tanto para el Real Madrid como el Barcelona.
Problemas para el partido Barcelona – Real Madrid
Los dos gigantes españoles han tenido encuentros poco convincentes en esta nueva temporada y los percances en la Liga de Campeones han servido para demostrar lo vulnerables que son.
En primer lugar, el Barça fue golpeado por 3-1 por los de Pep Guardiola en Manchester con una segunda mitad que fue desastrosa, porque fue un repaso total y pudieron haber caído más de dos goles con la defensa mirando para todos lados y un tridente que estuvo desactivado.
La noche siguiente, ese empate 3-3 del Real Madrid contra el Legia Varsovia fue aún más sorprendente dado el nivel modesto del equipo y al hecho de que tuvieron una ventaja de dos goles a través de Gareth Bale y Karim Benzema.
El Real Madrid siempre se vio expuesto en la defensa y no fue una sorpresa que el Legia tuvo la posibilidad de volver a la vida, para después ponerse por delante en el marcador, forzando al Real a atacar a la desesperada para rescatar un punto.
En la Liga se están viendo las equivocaciones y esto ha hecho que los equipos se entusiasmen y se ataquen. Pero los problemas lo podemos reducir a esto: los dos equipos no están funcionando en el centro del campo, ya que no están jugando como equipos.
¿Cansancio por parte del Barcelona y por parte del Real Madrid?
Por el lado del Barcelona es bastante chocante sugerir tal cosa, teniendo en cuenta la brillantez de su juego en el centro del campo en los últimos años, cuando un Xavi magistral era el genio de la lámpara con la ayuda de Sergio Busquets por detrás y Messi y Andrés Iniesta por delante.
Sin embargo, desde la llegada de Luis Enrique hace un par de años, el Barça ha evolucionado hasta convertirse en un tipo diferente de equipo: Xavi se fue, Iniesta se lesionó y los años están haciendo estragos, Messi tiene una nueva posición de partida y Busquets se suele encontrar en algunas facetas del juego muy sobrecargado.
El énfasis ahora, en lugar de dominar el juego a través de la posesión en el centro del campo, está pasando por una transición rápida a posiciones de ataque, donde Messi y Neymar sirvan como motores para el suministro y se combinen con Suárez en el medio.
Cuando esos tres magníficos jugadores presionan no hay quien los pare, proporcionando momentos mágicos. Pero el problema viene cuando equipos cortan las líneas de suministro del Barcelona y evitan que la MSN siquiera huela el balón.
Zinedine Zidane se enfrenta a un dilema similar, ya que el equipo esta extraordinariamente desequilibrado porque ninguno de los jugadores de la famosa BBC tiene mucha inclinación por jugar a la defensa.
En esencia, tanto Zidane como Luis Enrique están jugando al azar, con la esperanza de que los aspectos positivos del equipo tapen las deficiencias.
El partido Barcelona – Real Madrid puede ser un festín de goles, si siguen las debilidades.